Sin brújula interior ni seguridad para avanzar

A lo largo de mi vida me ha acompañado una sensación de vacío y de inseguridad. Éstas sensaciones se acentuaban en momentos de mayor estrés o dificultad en la vida. Hasta hace poco tiempo yo desconocía de dónde procedía ese malestar, es decir, sabía que las experiencias familiares habían sido duras, pero no alcanzaba a ser consciente del efecto que habían tenido en mí esas experiencias.

Hace un tiempo se produjo un cambio importante para mí, que desencadenó en una gran crisis personal. Todo me daba miedo, incluso las cosas más cotidianas, y evitaba cualquier situación en la que pudiera sentirme así, esto condicionaba mi vida profesional y mis relaciones personales. Busqué ayuda profesional entre los psicólogos de Ciudad real y durante un año estuve acudiendo a terapia, pero sentía que no avanzaba. Entonces conocí el trabajo y la metodología que utilizaba Luis Fernando, me pareció distinta a la que yo había probado hasta el momento, además conocía a una persona muy cercana a la que le había ido bien acudiendo a su consulta.

Durante todo este tiempo de terapia he comprendido muchas cosas... crecí en un entorno autoritario, de desaprobación y censura constante, donde los sentimientos y las necesidades eran invalidados. Estas experiencias provocaron que aprendiera a esconder mis sentimientos y bloqueara mi capacidad de sentir, ahora comprendo que fue algo necesario para poder adaptarme a aquel entorno, yo era sólo una niña que necesitaba sentirse aceptada y querida. Aprendí a desconfiar de mis percepciones, y con los años se instauró en mí, ese vacío de no saber lo que verdaderamente uno quiere, siente o necesita. Os puedo asegurar que esto es algo muy duro porque vives sin una brújula interior que te guíe, sin la seguridad necesaria para avanzar en la vida.

Agradezco muchísimo a Luís Fernando su ayuda, en este proceso ha sido muy importante para mí estar en manos de un buen profesional. Ahora mismo soy una persona en construcción, y me siento feliz por ello, porque ahora sé el camino que tengo que seguir. Estoy aprendiendo a escuchar y legitimar las sensaciones de mi cuerpo, escuchar y legitimar mis emociones, y transformarlas en mi beneficio, estoy esforzándome por cambiar creencias aprendidas que tanto daño me han hecho... y, una de las cosas más importantes que he aprendido durante este tiempo de terapia es a escuchar y querer a la niña que fui y a la adulta que soy ahora.

Espero que mi experiencia sirva a las personas que se puedan sentir identificadas con mi historia. Se puede mejorar y transformar la vida si se pone voluntad en ello y contamos con la ayuda de un buen profesional.